Un recorrido por el Centro Cívico en Semana Santa
Paseo por el Centro Civico
Semana Santa en Bariloche es una oportunidad para recorrer el Centro Cívico y conocer parte de su historia. Nació por iniciativa de la Administración de Parques Nacionales y se inauguró el 17 de marzo de 1940. Con toda la carga institucional, el Centro Cívico es el punto de encuentro del pueblo de Bariloche para sus eventos artísticos y expresivos, pero también para hacerse escuchar cuando es necesario. Te contamos sobre este escenario histórico, fundamental en la vida de los barilochenses, declarado Monumento Histórico Nacional en 1989.
Historia del Centro Cívico
El nacimiento del Centro Cívico cargó con una historia de controversias sobre su autoría. Muchos años pasaron para que se hiciera un reconocimiento social al trabajo de don Ernesto de Estrada. La historia se remonta a 1934, cuando el Dr. Exequiel Bustillo con una política expeditiva, como propulsor y primer director de la Administración de Parques Nacionales, decide darle una identidad regional al pueblo que estaba naciendo a orillas del lago Nahuel Huapi.
Este fue un año transcendental para las decisiones socio-políticas dentro de un proyecto de argentinización de los espacios de frontera. La llegada del tren de pasajeros y el Centro Cívico son los ejemplos claros de la obra civilizadora encarada por la Dirección de Parques, que se proponía consolidar la soberanía en el territorio de la Patagonia y desarrollar la actividad turística como principal impulso económico.
La construcción en piedra es una imagen perdurable de los poderes institucionales y esta nueva arquitectura paisajística construida con materiales del entorno representaría toda la fuerza y la afirmación del Estado argentino en el territorio de la Patagonia. La obra comenzó en 1935 y estuvo a cargo del Arq. Ernesto de Estrada, dentro de la sección de Urbanismo. Los edificios contemplarían la Municipalidad, la Secretaría de turismo, el Correo, la Comisaría, la Aduana y Réditos, la Biblioteca Sarmiento, el Museo de la Patagonia y el Juzgado de Paz.
Dentro del pueblo que se extendía con un perfil económico más definido hacia el turismo, luego se sumaron otros edificios con el mismo estilo pintoresquista, tales como la iglesia Catedral, el hotel Llao Llao y la capilla San Eduardo, la hostería de isla Victoria, la estación de tren y el Hospital Zonal. Poniendo en valor la arquitectura a partir del paisaje, todas estas construcciones se vinculan con el entorno y la postal que recorre el mundo. Una imagen que todos los barilochenses, los nacidos y los adoptados, llevamos en el corazón. Y los visitantes atesoran en sus recuerdos.
La Torre del Reloj
De marca Cronos y origen alemán-danés, sus campanadas sonaron por primera vez entre 1940 y 1941. Con exactitud, a las 12 y a las 18 horas, las figuras talladas por el escultor español Casals circulan por la ventana de la torre y acompañan el sonar de las campanas. Todo el conjunto conforma una obra de arte y cada figura tiene su significado. La primera es un indígena que representa al pueblo originario de la región. La segunda es un sacerdote que simboliza la evangelización. La tercera es un militar que integra la Campaña al Desierto, y la última es un agricultor que simboliza la llegada de los primeros inmigrantes a Bariloche.
Como toda máquina de precisión, la falta de mantenimiento hizo que dejara de funcionar y mostrar su belleza a visitantes y residentes. Por fortuna, en 2015 para el 75 aniversario del Centro Cívico, se restauraron el interior de la torre y los mecanismos del reloj. El espacio está habilitado para quienes quieran visitarlo y conocer la historia de esta pieza de relojería y de las personas que se han dedicado a cuidarla.
Si estás disfrutando de la Semana Santa en Bariloche, conoce la historia del Centro Cívico y no te pierdas los paseos más fascinantes en el principio de otoño. Consulta por el alquiler de un auto en Correntoso Rent a Car.